Cuando alguien te está hablando, siempre hay un "para que", algunas veces visible y algunas veces, oculto. Poder descubrir esos mensajes ocultos hará una gran diferencia en tu vida, en la de los demás y en tus relaciones.
¿Cómo lo logro?
Escucho al otro cuando:
Le dedico tiempo y atención
Hago contacto visual cuando estoy cara a cara
Le permito fluir con paciencia y sin interrupciones.
Dejo mi mundo a un lado para conectarme con el del otro
Me esfuerzo en entender el “para que” me está hablando por medio de preguntas abiertas, con sentido y en los momentos propicios
Observo con empatía su corporalidad, sus gestos, su tono de voz y sus tiempos, incluyendo sus silencios, para tratar de entender los sentimientos y emociones que lo acompañan
Verifico si lo que entendí es lo que me quiso decir
Prueba, practica y entrena con estos consejos y verás como puedes convertir una conversación en el mejor regalo que le puedes dar a alguien, Incluso cuando no digas nada.
¡Ten cuidado!
Existen algunos comportamientos enemigos de la escucha, que desafortunadamente están tan dentro de nosotros que no los percibimos.
Para empezar a ahuyentarlos, debemos primero identificarlos.
Estos son:
Vas construyendo y lanzando tus preguntas o respuestas a la vez que te están hablando, sin tener todo el mensaje completo
Te haces juicios de lo que vas escuchando
Supones lo que sigue de la historia antes de que te la cuenten
Interrumpes para contar una historia parecida que te pasó a ti
Mientras te hablan estas pensado en las cosas que tienes pendientes
Interrumpes para dar algún consejo no pedido
Estos comportamientos, lo que hacen es que te distraen de lo verdaderamente importante: escuchar. Además, desgastan y desaniman a quien está hablando.
El escuchar de forma genuina, es un regalo invaluable.
Saber escuchar es un arte. Gracias por recordarnos esos errores que con frecuencia cometemos.